Vasallos del imperialismo yanqui

Opinión de Ana Luz Ruelas La entrega de 29 capos del narcotráfico acusados de comandar grupos del crimen organizado, constituye un antecedente histórico de sometimiento político a los Estados Unidos. Algunos de ellos estaban siendo juzgados en México, amparados en la garantía constitucional que tiene cualesquier persona a su legítima defensa ante los tribunales, y su probable extradición para ser juzgados en otro país tiene que ser mediada por un procedimiento que no existió en este casoCon una frialdad aterrante, el fiscal de la República Alejandro Gertz Manero, declaró que no había sido extradición, sino una “entrega”, lo cual por sí mismo es un delito, como el cometido por los que secuestraron el 25 de julio de 2024 a Ismael Zambada García. Con la misma tónica el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana justificó la acción por una pretendida amenaza de que serían liberados por algunos jueces, sin aportar ninguna prueba al respecto. La puerilidad de las justificaciones explica la premura por entregar al presidente Trump, a traficantes de drogas, antes del vencimiento de la imposición de aranceles para el 4 de marzo próximo. Con este sometimiento al millonario neoyorkino se viola flagrantemente uno de los principios de la Doctrina Carranza, pilar de nuestra política exterior, referido a que, en la coexistencia pacífica de las naciones, no hay un país superior a otro, rechaza la rendición ante poderes extranacionales. Con la entrega de los 29 capos, el gobierno de la república accede a los dictados extranjeros, para decirlo como en los setenta, actúan como vasallos del imperialismo yanki. n términos estrictos de derecho penal, los funcionarios involucrados pueden ser señalados o acusados de traición a la patria. El artículo 123 del Código Penal Federal tipifica como delito de traición a la patria, las acciones realizadas por los integrantes del gabinete de seguridad: “Se impondrá la pena de prisión de cinco a cuarenta años y multa hasta de cincuenta mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria en alguna de las formas siguientes: Realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero”. El gobierno de la república parece desesperado y cae en la trampa que Donald Trump le pone a muchos países, incluida la Unión Europea y Ukrania que están amenazados por la Rusia de Putin. Habrá que reconocerle a la presidenta Sheinbaum haber abandonado en los hechos la política lopezobradorista de “abrazos no balazos”, que significaba impunidad para los grupos delincuenciales. Ahora la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana encabezada por Omar García Harfuch está empeñada en combatir con todos los recursos del Estado a los cárteles de la droga que siembran violencia y terror en el país. Lo realizado ni siquiera podría justificarse en una situación de guerra. No debemos olvidar que todavía vivimos en una república constitucional, con vigencia de garantía individuales y el imperio de la ley, y es peligroso quebrantarla con fines utilitaristas o pragmáticos. La aplicación de la ley no es opcional, y en este caso, el gobierno federal optó por nulificarla, ignorando las normas sobre extradición de nacionales. Lo preocupante de este hecho es el precedente que se sienta y que abre la puerta para repetirse cuando las circunstancia les parezcan propician. También México muestra una gran debilidad como país, ante un gobierno estadounidense que no tiene límites en las exigencias con el resto del mundo. Más de la misma autora: El Mayo Zambada desafía al régimen político morenista El mundo bizarro que vivimos USAID, triste final

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72 años de Entremeses en Guanajuato, 2 Luis Miguel Rionda (*) Comentamos la semana pasada cómo el joven abogado y dramaturgo Enrique Ruelas Espinosa ideó, con el apoyo y participación de algunos cófrades del callejón del Venado en la ciudad de Guanajuato, el montaje de algunos de los entremeses de Miguel de Cervantes. Esto con motivo del “congreso de los rectores” que se realizaría del 17 al 21 de febrero de 1953. Para ello se aprovecharía uno de los rincones de la ciudad más hermosos, y en su deterioro muy evocador del siglo de oro español: la singular plazuela de San Roque, donde confluyen seis callejas y destaca la sobria iglesia del mismo nombre. Un marco excepcional para escenificar un puñado de obrillas chuscas del manco de Lepanto. Lo verdaderamente original del montaje fueron los aportes locales: el prólogo y evocación, del puño del exrector Armando Olivares Carrillo, acompañado de chispas escénicas donde figuran el propio Cervantes, don Quijote y Sancho, Rinconete y Cortadillo, el licenciado Vidriera (de las novelas ejemplares), la gitanilla, el caballero, escuderos, vendedores, frailes y un animero, para entonar una gañanada manchega. En sí un retablo que exuda espíritu cervantino, ilustrando el florecimiento cultural de España y la decadencia de su imperio, incapaz de comprender al mundo que le desbordó. Los entremeses, los “pasos” y los “sainetes” son obrillas jocosas concebidas para entretener al público en los intermedios de obras escénicas más serias. Surgieron en el siglo XVI, pero cobraron impulso en el XVII, en los tiempos de Felipe III (1598-1621) y Felipe IV (1621-1665), quienes relajaron un poco los férreos controles morales de la contrarreforma. En 1615, el mismo año en que salió a la luz la segunda parte de Don Quijote, Cervantes publicó las “Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca antes representados”. Entre las comedias se encuentra “Don Pedro de Urdimalas”, obra que representó el grupo de Filosofía y Letras de la UG en 1972, en la Plaza de San Francisquito de Pastita. De los ocho entremeses, Ruelas seleccionó tres: “Los habladores”, “La guarda cuidadosa” y la pequeña joya “El retablo de las maravillas”. Los dos primeros se entretejieron para hacerlos aún más entretenidos. El retablo se dejó íntegro, para respetar el mensaje de sabiduría popular, con su ironía y la moraleja subyacente: una auténtica burla de la hipocresía y superstición que empapaba la religiosidad hispánica de esos tiempos. Se culmina con un excelso epílogo, también de la autoría de Armando Olivares, que incluye la primera estrofa de la “Letanía de nuestro señor don Quijote”, de Rubén Darío: Rey de los hidalgos, señor de los tristes / que de fuerza alientas y de ensueños vistes / coronado de áureo yelmo de ilusión / que nadie ha podido vencer todavía / por la adarga al brazo, toda fantasía, / y la lanza en ristre, toda corazón. Se desata entonces la escena más emotiva y electrizante del mosaico escénico, con el repique febril de las campanas de San Roque y el juego de luces sobre los histriones y los comparsas, congelados en el tiempo, yacentes en la plazuela de la cruz de los faroles… Seguiremos la próxima semana… (*) Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León. luis@rionda.net – @riondal – FB.com/riondal – ugto.academia.edu/LuisMiguelRionda

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No te apoya pueblo, sino masa, Claudia

Juan Miguel Alcántara Soria El pasado miércoles, Claudia Sheinbaum declaró: “Tengo un pueblo que me respalda”. En reacción a decisiones del gobierno de Trump imponiendo aranceles y considerando como grupos terroristas a cárteles del narcotráfico trasnacional, y la deportación de migrantes ilegales. Canadá también decretó a esos grupos como terroristas, de inmediato. Esto permitirá acciones en su contra dentro y fuera de su país, algunas de éstas conforme a tratados internacionales suscritos por México, contra el lavado de dinero de esas organizaciones. Y anuncian otras acciones contra instalaciones donde se producen sustancias ilícitas y contra líderes del narcotráfico en el país. En México también está previsto como delito el terrorismo, lo que intencionalmente desconoce y no persigue la 4t. Recordemos que el Art. 139 del Código Penal Federal establece que quien por cualquier medio violento “intencionalmente realice actos en contra de bienes o servicios, ya sea públicos o privados, o bien, en contra de la integridad física, emocional, o la vida de personas, que produzca alarma, temor, o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad o a un particular…” Ahora mismo: ¿no viven con alarma, temor o terror por la violencia narca las familias de Culiacán, Tijuana, Reynosa, Zacatecas, Uruapan, Apatzingán, Celaya, Villahermosa? ¿Por qué han abandonado sus casas comunidades enteras de Chiapas para trasladarse a Guatemala? Particularmente ancianos, mujeres y niños permanecen refugiados en este país debido a la violencia desatada por los cárteles de Sinaloa y de Jalisco, para tomar el control de rutas de drogas y migrantes, y porque esos grupos reclutan forzadamente a jóvenes de sus comunidades. Desde López Obrador los jefes criminales se hicieron socios del gobierno y gozan de impunidad. Sus aportaciones cómplices a las campañas políticas de Morena en Sinaloa, Sonora, Tamaulipas o Michoacán se han evidenciado. Y le dan pretexto al “mayo” Zambada para exigir al gobierno su repatriación, y chantajea con colapsar la relación México-Estados Unidos. Sheinbaum dijo el viernes: “lo vamos a revisar”. Amor con amor se paga. La subpresidenta desde ya envió iniciativa de reforma al Art. 40 de la Constitución, que la 4t sigue destajando. Han hecho un Frankenstein en la parte orgánica del Estado mexicano. Reforma innecesaria para defender la soberanía nacional frente a las previsibles acciones del gobierno de Trump. La actitud del gobierno mexicano se está leyendo dentro y fuera del país como un gesto amoroso al líder narcotraficante, en lo particular, y a los demás. Lanza señal de hacer “intocables” los capos, que antes han sido invisibles para las autoridades mexicanas, por los “abrazos, no balazos”. Esta actitud cómplice, ilegal e inmoral, podrá tener el apoyo de las masas, pero no del pueblo. Las masas son acríticas, desinformadas, manipulables, ignorantes de sus deberes; solo pendientes de sus derechos, pensiones e impunidad, en su caso. El pueblo son ciudadanos conscientes y libres, informados, cumplidores de sus deberes, demandantes de autoridades gestoras del bien común, exigentes con vigencia del Estado de derecho, y de la garantía del equilibrio y separación de poderes. Las masas llevan al poder a los Hitler, Mussolini, Maduro, Obrador, Trump o Putin. Y los sostienen hasta que el pueblo se levanta. Este debe asumir sus tareas permanentes de personalización, de desmasificación, de formación de ciudadanía. “Nada de derechos sin deberes”, empezando por el Estado. Trump y Claudia deben recuperar el equilibrio entre deberes y derechos. Y los mexicanos debemos despertar para construir un México verdaderamente democrático, justo y libre. Empecemos por barrer el umbral, la entrada de nuestras casas. “La acción política no consiste tanto en desear cambiar el mundo, cuanto en reconocer la necesidad de cambiar uno mismo… Sabemos a dónde llevan las ideologías que sueñan con un mundo perfecto: al peor de los mundos” K. Yamgnane. Europa se prepara para contener a Trump y a Putin, y defender a Ucrania, la justicia y la libertad. ¡A cumplir nuestros deberes acá!

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72 años de Entremeses en Guanajuato, 1 Luis Miguel Rionda Hace 72 años la ciudad de Guanajuato, viejo enclave de la más rica minería del imperio español languidecía, ahogada en sus añoranzas de glorias y abundancias pasadas. 23 mil 389 habitantes habían sido contabilizados en el censo de 1950. Una cuarta parte de lo que llegó a tener cuando la visitó el geógrafo Humboldt en 1803. Sumida en la pobreza, parecía no tener más futuro que el de convertirse en un pueblo fantasma. Sin embargo, esa misma pobreza la preservó —relativamente— del saqueo y de los coletazos de la modernidad y el progreso. Muchas ciudades y pueblos del Bajío perdieron buena parte de su patrimonio arquitectónico e histórico como consecuencia de un “progreso” mal entendido. Guanajuato, en cambio, preservó su herencia edificada más o menos intocada, que le convirtió en escenario para las artes dramáticas. Primero, el cine, con rodajes como Bugambilia (1945) del Indio Fernández, y Él (1953) de Luis Buñuel. Desde 1942, un grupo de profesionistas y profesores del Colegio del Estado —Universidad de Guanajuato desde 1945— aficionados a la literatura y las artes, comenzaron a reunirse en tertulias intelectuales y artísticas en el célebre “estudio del callejón del Venado”. Se trataba de Manuel Ezcurdia, Armando Olivares Carrillo, Eugenio Trueba Olivares, José Guadalupe Herrera Carrillo, el juez Cristóbal Castillo Arbide, Luis García Guerrero, Enrique Ruelas Espinosa, Manuel Leal, Salvador Lanuza, Rodolfo González, Jesús Villaseñor, Josefina Zozaya viuda de Romero, Paula Alcocer de Aguilera y otros eventuales. En 1947 Enrique Ruelas propuso a ese grupo la realización de un homenaje a Miguel de Cervantes con motivo del 400 aniversario de su nacimiento el 29 de septiembre. La idea no prosperaría, hasta seis años después.

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Se agrava nuestra crisis Constitucional

Juan Miguel Alcántara Soria ​ Para Luis Díaz Mirón Juan Miguel Alcántara Soria Desde que López Obrador se hizo del control de la mayoría de la sala superior del Tribunal Electoral (TEPJF), éste perdió autonomía, lo deletrea la 4t. Como una «exigua mayoría de un tribunal deliberadamente incompleto, obvio, obsequioso, predecible y sesgado al poder», lo definió en la semana un ministro de la Corte. Un órgano más del obradorato, como el INE. Porque Obrador impidió el senado aprobara alguno de los nombres propuestos por la Suprema Corte para ocupar los cargos de magistrados vacantes; y así se aseguró cargar dados y sentencias a su favor. Como la resolución con que dieron a Morena diputados federales, en 2024, en proporción mayor a lo que el electorado definió (con 55% de votos les dieron 70% de curules, para aprobar solos todo lo que se les pegue la gana). Organizan elecciones del poder judicial que no solo destruyen la independencia de este poder, y alinean futuros jueces y ministros con la agrupación de Morena. Reunirá no solo dos, sino los tres poderes públicos, lo que prohíbe el art. 49 constitucional. Los dados siguen harto cargados, y más con el cacique judicial Zaldívar. Dinamitan Estado constitucional. Configuran dictadura del obradorato, con delfín Andy designado. El pasado jueves 13, mayoría de ministros en la Suprema Corte de Justicia resolvieron que el Tribunal Electoral no tiene competencia para revisar, revocar o dejar sin efecto una determinación dictada en un juicio de amparo, porque no es el órgano constitucionalmente establecido para ello. No pueden los tres magistrados obradoristas que controlan la Sala Superior del TEPJF revocar diversas suspensiones concedidas por jueces federales contra la reforma judicial. Estableció la ponencia del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, a quien traté desde su desempeñó como Administrador General en el SAT. Muy probablemente este sea de los últimos plenos de la Suprema Corte donde se perciba el sentido del honor, de la defensa de Constitución, de separación de poderes, del Estado de Derecho. Después de la elección de jueces y ministros en junio es iluso esperarlo. «Esta Corte ha observado como cada transgresión al orden constitucional ha allanado el camino para la siguiente, hasta llegar al punto donde los límites institucionales, que alguna vez parecieron inquebrantables, se han vuelto porosos», dijo Gutiérrez. «Las sentencias (del TEPJF) no pueden tener la capacidad de incidir de manera alguna en las determinaciones de jueces de amparo; no funcionan como instancia de revisión y su pretensión de anular los efectos de las suspensiones simplemente carece de cualquier efecto dentro de nuestro orden jurídico», afirma la sentencia. Gutiérrez dijo este es un caso de quebrantamiento del Estado de Derecho por parte de todos los involucrados: jueces que pretendieron suspender una reforma a la Constitución, que es materia electoral; el TEPJF, que las revocó sin tener facultades para intervenir en juicios de amparo, mediante procedimientos literalmente inventados de un día a otro; y las demás autoridades, que ignoraron a placer órdenes judiciales que no fueron de su agrado. «La realidad que muestra este caso es perturbadora, el Estado de Derecho no se desmorona de golpe, sino que se erosiona gradualmente, decisión tras decisión, cada una aparentemente justificable en su momento, a través de diferentes sentencias, comunicados y pronunciamientos públicos. Diversas autoridades han normalizado lo que debería ser impensable, el desacato selectivo de resoluciones judiciales, la intervención e invención de competencias inexistentes y la subordinación del derecho a consideraciones políticas», afirmó. Y para agravar la crisis, el Consejo de la Judicatura Federal, controlado por el obradorato, denunció penalmente a los jueces que emitieron suspensiones contra la reforma judicial; es la antesala de lo que será el Tribunal de Disciplina que viene, represor de jueces que no resuelvan como el oficialismo espera. Nuestra solidaridad con juzgadores de Michoacán y jueza de Jalisco contra quienes abrieron carpeta de investigación. ¡Indignaos usuarios del servicio de impartición de justicia! ¿Quién protegerá nuestros derechos frente al obradorato?

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Tiempos difíciles

Columna Diario de Campo Luis Dos países condenados a vivir uno al lado del otro: eso son México y los Estados Unidos. La historia y la geografía los unen y los separan a la vez. Dos países producto ambos de procesos de colonización europea, pero de raíces muy diferentes. México, la antigua Nueva España, fue poblada primordialmente por españoles varones, soldados, aventureros, campesinos, comerciantes y mineros. Todos bajo el amparo ideológico de la evangelización católica. El mestizaje y el sincretismo cultural fueron los productos inmediatos de la convivencia entre los colonos solteros —o con esposas lejanas— con las nativas, esas hermosas y abundantes morenas. Las trece colonias inglesas se poblaron tardíamente con familias de puritanos evangélicos, prejuiciosos pero permeados de la ética del trabajo individual como la vía de la salvación. Rechazaron el contacto con los nativos, a quienes no necesitaban. Más bien los persiguieron y exterminaron, hasta reducir su población al 1 o 2% del total actual. Los Estados Unidos independientes se expandieron violentamente sobre territorios indígenas y mexicanos, en busca de su “destino manifiesto” declarado por Dios. Un dios rubio y sajón, por supuesto. México cedió tierra y población ante el empuje del “Tío Sam” (US, Uncle Sam), país de inmigrantes casi por completo; una olla podrida poblada por ingleses, escoceses, irlandeses, alemanes, italianos, africanos y demás “pobres del mundo”, como reza la placa de su estatua de la libertad. La “tierra de las oportunidades”, presumen. Así lo fue sólo para sus componentes blancos: anglosajones, nórdicos y germanos. No así para los inmigrantes indeseables del sur y el oriente: los africanos, los nativos americanos, los hispanos y los asiáticos. El retorno de Donald Trump nos recuerda inevitablemente estos orígenes. Nieto de un alemán que fue expulsado de su país por no haberse alistado para la guerra. La dinastía Trump se hizo inmensamente rica en “América” con tropelías y fraudes, inclusive Donald. El supremacismo corre por sus venas teutonas, y se ha arrogado la misión divina del MAGA (Make America Great Again) como nueva expresión del destino manifiesto. Y ya lo vemos: va por el canal de Panamá, Groenlandia, Canadá completito y hasta la franja de Gaza, convenientemente depurada de palestinos, otros indeseables. Al Golfo de América México lo quiere convertir en otro de los grandes lagos de su territorio, y pronto babeará por poseer todo México, claro, sin mexicanos (a ver si cabemos en Guantánamo). Serán cuatro años escalofriantes, el peor momento en la relación con el vecino, y para colmo gobernados acá por nacionalistas woke, aliados de los autoritarismos fósiles del continente, y fanáticos del estatismo. Pero no hay loco que trague lumbre: los bullies populistas saben que no hay que meterse con el matón del garrote arancelario. O al menos eso creo… (*) Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León. luis@rionda.net – @riondal – FB.com/riondal – ugto.academia.edu/LuisMiguelRionda Miguel Rionda (*)

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Reuniones de la República Luis Miguel Rionda (*) Desde mi juventud le he puesto atención a la ceremonia de conmemoración de la Constitución Política de nuestro país. La razón ha sido sencilla: es un ceremonial pleno de simbolismos que sirve de termómetro para percibir el grado de maduración —o el infantilismo— de la clase política hegemónica del momento. Todavía recuerdo los gigantescos rituales de tiempos de López Portillo —literalmente, “sus tiempos”—, las “Reuniones de la República”, masivas tertulias políticas que se realizaron los 5 de febrero de su sexenio. Eran sesiones maratónicas a las que acudía el pleno de los poderes públicos. No era el día de la Constitución; era el día del señor Presidente. La megalomanía presidencial apabullaba a los demás poderes y órdenes de gobierno. Los discursos del tlatoani emulaban las interminables alocuciones de Fidel Castro y demás tiranos, ebrios de poder. Los asistentes soportaban sumisos largas horas de solemnidades y rollos interminables, con pregones de secretarios, líderes y jilgueros que sacralizaban las bondades del Supremo. A pesar del nombre de esas reuniones, no existía la República y la Constitución era un permanente ideal que no se cumplía. Era un momento para refrendar la presidencia imperial, y exaltar al Hombre, al taumaturgo bondadoso al que tanto le debía la Patria. Se exponían así las utopías de un país que no existía, pero que se imaginaba en la cabeza del paladín. Eso fue evidente en extremo en la última de esas reuniones en 1982, en Guadalajara, la matria imaginada por don Q, el excelso. Fue ahí donde pronunció la frase que marcó y mancilló su sexenio. Ante los ataques especulativos contra la moneda mexicana, prometió que defendería el peso “como un perro”, evidenciando su negativa a reconocer los errores en su política económica. Poco después sobrevino una imparable devaluación del 500% que significó el hundimiento de su popularidad y una de las peores crisis del siglo XX.

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DE PIE ¿HASTA QUE EL PAÍS ESTÉ DEVASTADO?

Juan Miguel Alcántara Soria ¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo la destrucción de México? Es pregunta que se hace en varios círculos de análisis. Hay quien responde: hasta que el país esté devastado. Ante la destrucción de contrapesos al poder político, impotentes oposiciones, complicidad del gran capital, ausencia de liderazgos en grupos intermedios, nulo crecimiento económico, quiebra de las finanzas nacionales, devaluación, deportación de migrantes, adormilamiento de las masas, es respuesta que hay que considerar. Enero cerró concretándose amenazas de Trump contra seres humanos en su país y más allá de sus fronteras. Y acá, la demolición del poder judicial, disputas de territorios entre grupos delictivos, apalancamiento de narcogobernadores, o el pasmo del gobierno que actúa como robot, no alimentan optimismo. Tiempos por venir serán peor. De Efraín González Morfín aprendí que hay dos sentidos -de los cinco externos y más de cien internos que tenemos los humanos-, que en lo particular no debe perder un político: el sentido del honor y el sentido del humor. Respetarse a sí mismo, a su palabra. Y no tomarse en exceso en serio: saber reírse de sí mismo; reconocerse mortal. Al observar dichos y actitudes de Trump, Obrador o Sheinbaum, se constata que carecen de esos sentidos. Recién se difundió un retrato de Trump que hizo el escritor británico Nate White. Retomo pinceladas: “… la falta de humor es casi inhumana. Ni siquiera parece entender lo que es un chiste: su idea de un chiste es un comentario grosero, un insulto analfabeto, un acto de crueldad… Trump es un troll: nunca es gracioso ni se ríe, solo cacarea o se burla. Profiere insultos groseros y sin sentido. Su mente es un algoritmo simple, parecido a un robot, de prejuicios mezquinos y maldad instintiva… no tiene mundo interior, alma… Y lo peor y lo más imperdonable para los británicos: es un matón. Excepto cuando está entre matones (Putin). Entonces se transforma en un compañero llorón… Le gusta dar patadas a los vulnerables, o a los que no tienen voz, y los patea cuando están en el suelo…” Otro pincelazo: “Siempre ha habido gente estúpida en el mundo, y también mucha gente mala. Pero pocas veces la estupidez ha sido tan mala, ni la maldad tan estúpida… si Frankenstein decidiera crear un monstruo con defectos humanos, crearía un Trump. Y arrepentido se arrancaría los cabellos y gritaría: Dios mío, ¿qué es lo que he creado?” Al indagar del honor y del humor en Obrador y la subpresidenta, el retrato de N. White les cuadra. Obrador mintió todo el tiempo; buscó, piensa y se siente en el altar de la patria, junto a Morelos, Juárez, Madero, Cárdenas. Al regreso del abusador Trump -quien se burló de su canciller Ebrard-, se esconde. Y acá, la subpresidenta, prolonga insultos, división sin sentido, mala instintiva. La “científica” tampoco tiene alma. Y Trump, ante el siniestro aéreo de esta semana en el Río Potomac, en Washington, acusó a Obama. Acá los siniestros que no han sabido resolver se atribuyen a Calderón: lo repitió antier en el asunto de mineros en Pasta de Conchos. Es iluso esperar adquieran estos dos sentidos. O sepan conjugar los tres verbos que un líder social o político debe saber, con sus respectivas virtudes: Ver la realidad, con veracidad. Juzgarla, para en justicia asignar tareas. Y actuar para el bien común, con prudencia (Juan XXIII). Son mentirosos irredentos, injustos, imprudentes. No usan la ciencia. Allá y acá destruyen instituciones a distinta velocidad, sin pudor. Demagogos populistas, de izquierda o derecha, desmontan equilibrios. La historia lo evidencia. La parte del pueblo que no es masa deje abulia o estar marcando el paso. A salir a las plazas, hablar, escribir, sensibilizar. Dialogar desde y frente al poder. Trazar rutas que eviten la devastación total del país y más allá. En círculos próximos cotejar realidades sociales, económicas, políticas, culturales. Sin odio ni violencia asumir causas y asignar tareas. Reconstruir instituciones indispensables para futuros incluyentes. Involucrar a quienes deben tomar la estafeta, los jóvenes: serán quienes más verán frustradas sus aspiraciones fundamentales. A cumplir deberes como ciudadanos de aquí y del mundo.

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¡Que Viene el Lobo! Luis Miguel Rionda (*) En nuestro país, el desmantelamiento del orden constitucional de corte liberal está llegando a su culmen. Hace unos días, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó desconocer la validez de las sentencias judiciales que ordenaron la suspensión del proceso de selección de los nuevos juzgadores federales. En lugar de canalizar el tema hacia la Suprema Corte, el tribunal electoral asumió para sí la indebida facultad de adjudicarle al Poder Legislativo de la Unión, vía el Senado, el proceso de selección que correspondía a su propio poder. Y no sólo eso: autorizó a que se hiciese vía tómbola, es decir a la suerte, ignorando perfiles, idoneidad o experiencia. El Poder Judicial Federal está condenado a su extinción como protagonista de una auténtica división de poderes. El Poder Ejecutivo habrá terminado de colonizar, domesticar y nulificar a los otros dos integrantes del orden republicano que concibió Montesquieu en El espíritu de las leyes. Si de por sí padecíamos los defectos de un presidencialismo imperial de facto, ahora nos hundiremos en el fango de la cacocracia caudillista. Los juzgadores ya no serán capaces de detener determinaciones gubernamentales que violenten los derechos ciudadanos. Imperará la “razón de estado”, que no será otra que la del líder moral de la camarilla a cargo de ordeñar la vaca del erario; una res cada vez más famélica. No hay que ser adivino para vislumbrar un futuro inmediato donde la justicia federal esté en manos de jueces y juezas ignorantes e ineptos; magistrados y magistradas banales y venales, y ministros y ministras solícitos y doblegados ante el ejecutivo. La meritocracia será considerada una costumbre burguesa, discriminadora y detestable. La ley será optativa, una mera sugerencia. Como dijo el clásico: “gobernar no tiene chiste”; juzgar tampoco. Es lamentable que los mexicanos hayamos renunciado a consolidar un auténtico estado de derecho, y que mejor optamos por escuchar el canto de sirenas del populismo oportunista. El mayor riesgo que corremos ahora es que la seguridad pública y la paz social dejarán de ser prioritarios para los detentadores del poder, y que en muchos espacios del país se consoliden los microestados criminales, para quienes la única ley es la propia y el orden es el que ellos impongan. Con el debilitamiento de la democracia republicana pronto veremos el retorno de los brujos del ogro filantrópico, ese que creímos superado hace tres décadas. Como en la Europa de los años treinta, asistimos a la incubación del huevo de la serpiente, y no lo quisimos ver a tiempo. Como advirtió León Felipe: “El que dijo tierra y el que dijo justicia es el mismo español que gritaba desde la colina de Madrid a los pastores: ¡eh! ¡que viene el lobo!” (*) Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León. luis@rionda.net – @riondal- ugto.academia.edu/LuisMiguelRionda

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Lista de Año Nuevo, 3 Luis Miguel Rionda (*) Culmino mi revisión de los ocho motivos de reflexión que planteo a los lectores con motivo del inicio de año. Propongo como séptimo ítem la doble crisis que se nos avecina en el segundo semestre del mismo: la elección de los juzgadores del Poder Judicial Federal. ¿Por qué será doble este trance? Primero, porque al INE lo están enviando a la guerra sin el avituallamiento necesario. Aunque originalmente presupuestó 35.8 mil millones de pesos, la Cámara de Diputados le recortó 24.6%, para dejarlo en 27 mil millones para la totalidad de sus gastos en el 2025, incluyendo las prerrogativas de los partidos políticos (27.2%) y el gasto para la elección judicial. Se aprobaron 6.3 mil millones para desarrollar esta complicadísima elección, lo que sin duda deja expuesta a la institución. Segundo, porque la nueva integración judicial será definida por la demagogia electorera. No más carrera judicial meritocrática. Ahora llegarán quienes tengan imagen, saliva y conectes. ¿Qué pasará el 1 de junio próximo? Si no se le aprueban al INE importantes recursos adicionales ¾los consejeros solicitaron una ampliación de 1.5 mil millones¾ la elección puede colapsar. No se podrán instalar las 170 mil casillas acostumbradas; tal vez un tercio, o menos, como centros de votación, donde se podrían recibir hasta cuatro o cinco mil votos, para ser procesados por ciudadanos y asistentes electorales rebasados por la complejidad del proceso. No tanto por la cantidad de votantes, porque dudo que acuda a votar más del 10% del padrón. Las posibilidades de fracaso son altas, y con ello se abonará al descrédito de una noble institución, para dar paso y justificar su absorción por la Secretaría de Gobernación. Un retorno a los años ochenta. Por último, pero no menos grave, la octava cuestión será el imparable déficit fiscal en que están cayendo los gobiernos de la 4T. El año pasado esa diferencia entre ingreso y gasto federal fue de -5.9% del PIB (https://t.ly/hFc24). Por supuesto fue un año electoral, cuando los gobiernos abren la bolsa para mantenerse en el poder. Pero también lo fueron 2018 (-2.1%), 2012 (-3.6%) y 2006 (-1.2%). Se prevé que en 2025 se reduzca al -3%, algo irreal vistos el incremento del gasto operativo del gobierno y de los subsidios improductivos a amplias capas de la población. Se está impulsando una economía familiar parasitaria, que desincentiva el trabajo duro, el ahorro, la inversión en micro empresas y la formalidad. Ese modelo, sencillamente, es insostenible en el mediano y largo plazos. En nuestro país, la transferencia bruta de recursos no funcionó en el pasado, ni ha funcionado en otros países dominados por populismos. Los subsidios generalizados llevaron a la quiebra a las administraciones de Echeverría y López Portillo. Hubo necesidad de mudar la estrategia hacia los apoyos focalizados, basados en la evaluación técnica de las poblaciones realmente necesitadas. Así lo hicieron los programas “neoliberales” o de “transferencias condicionadas” como Solidaridad, Progresa, Oportunidades y Prospera, que se basaron en padrones bien delimitados, con criterios de inclusión y superación de factores inductores de la pobreza. Eso se ha acabado en estos años de “bienestar”, y el gasto se dispersa en depósitos monetarios con resultados efímeros, pero efectivos en votos. (*) Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León. luis@rionda.net – @riondal – FB.com/riondal – ugto.academia.edu/LuisMiguelRionda

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