Por qué si votar, por quién no, en elección judicial

Juan Miguel Alcántara Soria Urge conversar, deliberar, si votar o no, el 1° de junio. Decidir a tiempo. Se exponen razones para sí votar, o por quiénes no. O no votar. Una primera por el sí: El 70% (69.7%) de candidatas y candidatos en las boletas, a nivel nacional (17 estados incluidos), son trabajadores de poderes judiciales. El 64%, de candidaturas federales son secretarios, jueces y magistrados, con carrera judicial o en vías de. Perfiles honorables, y garantía de independencia (excluidas obradoristas). Hay nombres de abogados independientes también validables. Miguel Alfonso Meza, líder de la asociación “Defensores” (colaboró en Mexicanos Unidos contra la corrupción; hoy en la resistencia democrática), difunde datos duros del “Constitucionalismo abusivo” o autoritario de la 4t: destituyó a 7,539 jueces, magistrados y ministros del país. Inédito en el mundo. Ahora Investigan candidatos a juzgadores y exponen impresentables, en cada estado o distrito judicial (por vínculos con narcos, antecedentes penales, riesgos para la justicia o la seguridad ciudadana), datos valiosos y poco difundidos. Elaboran un “semáforo” de votables y no, por distrito. Trabajo democrático que es pertinente difundir. Para votar lo más consciente posible. En lo federal hay 881 cargos a elegir, entre 3,500 nombres en las boletas (de 5,300 previstos en ley). Dato relevante: de las listas de comités de cada uno de los 3 poderes, resultó lo imprevisto: el judicial federal tiene 64% de candidaturas, triplicando a los otros poderes. La 4t se moverá, más, en la elección de ministros de la Suprema Corte y de magistrados de Disciplina judicial (futura policía de juzgadores), calcula Miguel Mesa. Segunda razón: El INE prevé una participación electoral del 10% (la mayoría votará de tin marín). Hay quienes en este porcentaje piensan se deslegitimará la elección, y justifican no ir a votar. En la contra: Morena, moviendo la mitad de ese porcentaje, genera oportunidades a la resistencia democrática. Sobre todo, de candidatas a juezas provenientes del poder judicial, por el tema de paridad de género: con pocos votos, ganarán. En este escenario de baja votación, los votos pro-candidatos del poder judicial independiente se potencian, valen mucho más. Serán determinantes. Así, no votar, ser abstencionista, facilitar más mal: ¿es opción ética? ¿Alguna legitimidad tendrá sumarse al 90% de abstención, sin resistencia democrática? Conversé recién con Miguel Meza y con Roberto Gil. Nos sumamos al reto de evaluar candidaturas y proponer opciones, vinculadas a la sección referida en la credencial de elector. Hagamos ciclos de inteligencia en foros de abogados y ciudadanos del país. Hagamos vigilancia ciudadana. La oposición no se ve, ni quién defienda a los ciudadanos, organizadamente. Empoderemos ciudadanía que frene al poder autoritario. Valoremos esa “reserva democrática de trabajadores judiciales que luchan”. Con “movilización ciudadana hay posibilidades de determinar candidaturas que ganan y no”. Supe del dilema ético de votar o no desde adolescente. En noviembre de 1969 mis padres me llevaron a la Ciudad de México, a la convención nacional que elegiría candidato a la presidencia de la República por el PAN, para contender con el candidato impuesto por Díaz Ordaz. A los catorce años presencié primeras cátedras de Política que modelarían mi vocación. Luego de presentarse un análisis de la situación nacional (un año antes, la matanza de estudiantes en Tlatelolco); se discutió el documento “Cambio democrático de estructuras”. Siguió resolver si participar o no en 1la elección de 1970. Uno tras otro, oradores a favor y en contra, provocaban un estallido en mi cerebro, de conclusiones encontradas. El príato evidenciaba sus impulsos antidemocráticos, represión estudiantil, fraude electoral en Baja California, y a las semanas en Yucatán. Ganó el sí y Efraín González Morfín la candidatura. Sin la resistencia democrática desde allá no habríamos logrado la democracia, hoy en franco retroceso. ¿Cómo defendemos un poder judicial independiente?

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Columna Diario de Campo

Día de Las Flores El día más hermoso para estar en o visitar la ciudad de Guanajuato es hoy, viernes de Dolores. El llamado “día de las flores” por la abundancia de comerciantes callejeros que instalan docenas y docenas de puestos pletóricos de alhelíes, crisantemos, claveles, gladiolas, flor de nube, rosas y demás hermosuras. Miles de personas se atiborran en el centro de la ciudad; los suertudos dan la vuelta al Jardín Unión; el resto se desparrama por calles y plazas, comprando, comiendo, tomando bebidas refrescantes, comprando flores y los hombres obsequiándolas a sus parejas o pretensas. Es el caos de la alegría, de los colores y de la música tradicional de la centenaria Banda del Estado. Pero mucho ha cambiado. Las señoras de antes se ataviaban con vestidos floreados, reboso y coquetos huarachitos. Los caballeros de antes, de esos que ya no hay, se ataviaban con elegantes trajes de charro o al menos con camisa de manta con tarugos, corbatín, pantalón ceñido con faja, y botines lustrosos. Los útiles sombreros han desaparecido desde hace medio siglo. Los muchachos y los estudiantes, como yo un día lo fui, nos lanzábamos la noche anterior a alguno de los bailes de las flores, donde comenzaba la labor de galanteo (ahora le dirían acoso). A las cinco de la mañana emigrábamos en masa al Jardín Unión y manteníamos los requiebros, armados con flores. Si a la tercera vuelta la chica objetivo te aceptaba otra flor, era mensaje de aceptación para acompañarla en su paseo. Siempre correctos. No se acostumbraban los detestables huevos de harina o de confeti. Esa atrocidad se impuso allá por los noventa, desvirtuando la fiesta. Por supuesto el motivo de fondo siempre ha sido religioso: la veneración a la virgen minera de los Dolores. Se montan alrededor de su retrato, con el corazón atravesado por siete puñales de dolor, hermosos y coloridos altares con una intrincada composición cargada de simbolismos. Los retablos se acompañan con la oferta de comida, tortas de camarón, agua de betabel o ambrosía, nieve de agua, e incluso mezcal y cerveza. Es un gusto hacer el recorrido por las siete capillas, los altares particulares, de gremios, mineros e instituciones. La fe religiosa se ha diluido y sincretizado, pero no ha desaparecido. Las familias preservan sus valores tradicionales hasta donde les es posible, porque la cultura de masas de los medios de comunicación, ahora reforzados por las redes virtuales, han impuesto un creciente materialismo enajenante. Las artesanías que se expenden en este día reflejan esta decadencia lamentable. Pero el espíritu profundo de la celebración se preserva en lo esencial, gracias al compromiso de muchas familias y gremios, que siguen tenaces montando altares y educando a sus hijos en los valores identitarios, que refuerzan en sentido de pertenencia y el tejido social. Felicito a mi querido amigo Joaquín Arias Espinoza, a mi prima “Lucha” Pons Liceaga, y al cronista Manuel Leal (en forma póstuma) por su designación como guanajuateños distinguidos por parte del Ayuntamiento. Muy merecido… (*) Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León. luis@rionda.net – @riondal – FB.com/riondal – ugto.academia.edu/LuisMiguelRionda s Miguel Rionda (*)

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Entre las patas de bestias, allá y acá

   Juan Miguel Alcántara Soria El bruto de Donald Trump exhibió ante el mundo otra patanería, ahora contra el pueblo de Ucrania y su presidente. El último viernes de febrero, en la Casa Blanca, recibió al presidente Zelenski; se suponía para firmar un acuerdo que obligaba a Ucrania a darle a EU parte de su riqueza minera, como compensación por el apoyo en la guerra provocada por Rusia tres años atrás, con otra invasión a ese país. (Antes, en 2014, Putin se agandalló Crimea, gran parte de su territorio). No es al agresor a quien Trump cobra, sino al país invadido. Las imágenes del desencuentro harto se han difundido. Acusó al presidente ucranio de querer una 3ª Guerra Mundial. Los gobiernos de Europa, de inmediato, expresaron su solidaridad con Ucrania, y su repudio al grosero de Trump. El de Rusia, complacido. Los de Alemania, Francia, Polonia y otros anuncian buscarán una Unión Europea para la Seguridad, visto que la OTAN (la alianza EU-Europa que siguió a la 2ª. Guerra Mundial) ha sido debilitada por Trump. Días antes, el presidente de Francia se había confrontado en Washington con Trump por la invasión a Ucrania: le aclaró que el monto de apoyos de Europa era muy similar al de EU, esos sí, apoyos solidarios; y Macron dijo este viernes: “Hay un agresor y es Rusia. Hay un pueblo agredido que es Ucrania”. Agregó: “El único que pone en riesgo la seguridad global es Putin”. Tres días antes, Trump provocó que en la ONU votaran EU, Rusia, Irán Corea del Norte y Venezuela, resolución llamando al fin de la invasión de Ucrania, pero sin condenar a Rusia. Los dictadores o autócratas del mundo unidos. Están definiendo nuevos escenarios geopolíticos para Rusia y EU, sin participar Europa, menos el resto del mundo. Es útil comparar las personalidades de Trump y de López Obrador, muy parecidas, similares. Los electorados de allá y acá no lo perciben a tiempo. Ambos tienen un conocimiento limitado y muy subjetivo del mundo; no tienen pensamiento crítico, sí dogmático o ideológico; intolerantes a la crítica; pretenden regresar al pasado remoto porque lo consideran mejor que el presente; desprecian o destruyen instituciones u órganos autónomos, incluso internacionales (ONU, OEA, T-MEC, USAID, OTAN, OMS); desconocen la Constitución Política de su país o hasta se hacen una a modo; al libre comercio internacional lo ven dañino; se rodean de incompetentes pero leales; de estilo populista y discurso nacionalista; desconfían y descalifican a los medios de comunicación; centralizan el poder y destruyen equilibrios, llegando a dominar a los otros poderes; usan la confrontación como estrategia política, y discurso público polarizante; hablan contra la corrupción y favorecen amiguismo y nepotismo en los cargos y arcas públicas. El día anterior, el gobierno de México cedió a amenazas de Trump y ofrendó a 29 capos. No como “extraditados”, porque requeriría respetar trámites judiciales, sino “expulsados”, por ser “amenazas a la seguridad nacional”. “Por riesgo a ser liberados o retrasar extradición”, confesó el secretario García Harfuch. El sábado, la columnista Peniley Ramírez reveló en Reforma que hace dos años el gabinete de seguridad propuso a López Obrador esa fórmula de expulsar “criminales que amenazan la seguridad nacional”, quien no aceptó. Biden era presidente de EU; no es Trump. Y Ramírez expuso: “La mayor incógnita es cómo reaccionarán otros traficantes ante esta nueva era de “traslados, no extradiciones…. Esos nuevos tiempos me recuerdan a Colombia en la década de 1980, cuando varios capos crearon la organización terrorista “los Extraditables”, con el lema: “Preferimos una tumba en Colombia a una prisión en EU”. Allí, esos capos ordenaron miles de actos terroristas tratando de impedir sus extradiciones”. Sobran machos alfa dando patadas en los corrales del mundo. Las amenazas a la civilización y al destino de la humanidad son graves, y pueden ser muy demoledoras, si prevalece la barbarie. El bien común del género humano es el valor determinante y razón de ser de la vida internacional. “La conciencia de la especie debe tener prioridad sobre la conciencia de clase y sobre la conciencia nacional”. Con pensamiento crítico y buena voluntad recuperemos orden interno e internacional.

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Vasallos del imperialismo yanqui

Opinión de Ana Luz Ruelas La entrega de 29 capos del narcotráfico acusados de comandar grupos del crimen organizado, constituye un antecedente histórico de sometimiento político a los Estados Unidos. Algunos de ellos estaban siendo juzgados en México, amparados en la garantía constitucional que tiene cualesquier persona a su legítima defensa ante los tribunales, y su probable extradición para ser juzgados en otro país tiene que ser mediada por un procedimiento que no existió en este casoCon una frialdad aterrante, el fiscal de la República Alejandro Gertz Manero, declaró que no había sido extradición, sino una “entrega”, lo cual por sí mismo es un delito, como el cometido por los que secuestraron el 25 de julio de 2024 a Ismael Zambada García. Con la misma tónica el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana justificó la acción por una pretendida amenaza de que serían liberados por algunos jueces, sin aportar ninguna prueba al respecto. La puerilidad de las justificaciones explica la premura por entregar al presidente Trump, a traficantes de drogas, antes del vencimiento de la imposición de aranceles para el 4 de marzo próximo. Con este sometimiento al millonario neoyorkino se viola flagrantemente uno de los principios de la Doctrina Carranza, pilar de nuestra política exterior, referido a que, en la coexistencia pacífica de las naciones, no hay un país superior a otro, rechaza la rendición ante poderes extranacionales. Con la entrega de los 29 capos, el gobierno de la república accede a los dictados extranjeros, para decirlo como en los setenta, actúan como vasallos del imperialismo yanki. n términos estrictos de derecho penal, los funcionarios involucrados pueden ser señalados o acusados de traición a la patria. El artículo 123 del Código Penal Federal tipifica como delito de traición a la patria, las acciones realizadas por los integrantes del gabinete de seguridad: “Se impondrá la pena de prisión de cinco a cuarenta años y multa hasta de cincuenta mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria en alguna de las formas siguientes: Realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero”. El gobierno de la república parece desesperado y cae en la trampa que Donald Trump le pone a muchos países, incluida la Unión Europea y Ukrania que están amenazados por la Rusia de Putin. Habrá que reconocerle a la presidenta Sheinbaum haber abandonado en los hechos la política lopezobradorista de “abrazos no balazos”, que significaba impunidad para los grupos delincuenciales. Ahora la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana encabezada por Omar García Harfuch está empeñada en combatir con todos los recursos del Estado a los cárteles de la droga que siembran violencia y terror en el país. Lo realizado ni siquiera podría justificarse en una situación de guerra. No debemos olvidar que todavía vivimos en una república constitucional, con vigencia de garantía individuales y el imperio de la ley, y es peligroso quebrantarla con fines utilitaristas o pragmáticos. La aplicación de la ley no es opcional, y en este caso, el gobierno federal optó por nulificarla, ignorando las normas sobre extradición de nacionales. Lo preocupante de este hecho es el precedente que se sienta y que abre la puerta para repetirse cuando las circunstancia les parezcan propician. También México muestra una gran debilidad como país, ante un gobierno estadounidense que no tiene límites en las exigencias con el resto del mundo. Más de la misma autora: El Mayo Zambada desafía al régimen político morenista El mundo bizarro que vivimos USAID, triste final

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72 años de Entremeses en Guanajuato, 2 Luis Miguel Rionda (*) Comentamos la semana pasada cómo el joven abogado y dramaturgo Enrique Ruelas Espinosa ideó, con el apoyo y participación de algunos cófrades del callejón del Venado en la ciudad de Guanajuato, el montaje de algunos de los entremeses de Miguel de Cervantes. Esto con motivo del “congreso de los rectores” que se realizaría del 17 al 21 de febrero de 1953. Para ello se aprovecharía uno de los rincones de la ciudad más hermosos, y en su deterioro muy evocador del siglo de oro español: la singular plazuela de San Roque, donde confluyen seis callejas y destaca la sobria iglesia del mismo nombre. Un marco excepcional para escenificar un puñado de obrillas chuscas del manco de Lepanto. Lo verdaderamente original del montaje fueron los aportes locales: el prólogo y evocación, del puño del exrector Armando Olivares Carrillo, acompañado de chispas escénicas donde figuran el propio Cervantes, don Quijote y Sancho, Rinconete y Cortadillo, el licenciado Vidriera (de las novelas ejemplares), la gitanilla, el caballero, escuderos, vendedores, frailes y un animero, para entonar una gañanada manchega. En sí un retablo que exuda espíritu cervantino, ilustrando el florecimiento cultural de España y la decadencia de su imperio, incapaz de comprender al mundo que le desbordó. Los entremeses, los “pasos” y los “sainetes” son obrillas jocosas concebidas para entretener al público en los intermedios de obras escénicas más serias. Surgieron en el siglo XVI, pero cobraron impulso en el XVII, en los tiempos de Felipe III (1598-1621) y Felipe IV (1621-1665), quienes relajaron un poco los férreos controles morales de la contrarreforma. En 1615, el mismo año en que salió a la luz la segunda parte de Don Quijote, Cervantes publicó las “Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca antes representados”. Entre las comedias se encuentra “Don Pedro de Urdimalas”, obra que representó el grupo de Filosofía y Letras de la UG en 1972, en la Plaza de San Francisquito de Pastita. De los ocho entremeses, Ruelas seleccionó tres: “Los habladores”, “La guarda cuidadosa” y la pequeña joya “El retablo de las maravillas”. Los dos primeros se entretejieron para hacerlos aún más entretenidos. El retablo se dejó íntegro, para respetar el mensaje de sabiduría popular, con su ironía y la moraleja subyacente: una auténtica burla de la hipocresía y superstición que empapaba la religiosidad hispánica de esos tiempos. Se culmina con un excelso epílogo, también de la autoría de Armando Olivares, que incluye la primera estrofa de la “Letanía de nuestro señor don Quijote”, de Rubén Darío: Rey de los hidalgos, señor de los tristes / que de fuerza alientas y de ensueños vistes / coronado de áureo yelmo de ilusión / que nadie ha podido vencer todavía / por la adarga al brazo, toda fantasía, / y la lanza en ristre, toda corazón. Se desata entonces la escena más emotiva y electrizante del mosaico escénico, con el repique febril de las campanas de San Roque y el juego de luces sobre los histriones y los comparsas, congelados en el tiempo, yacentes en la plazuela de la cruz de los faroles… Seguiremos la próxima semana… (*) Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León. luis@rionda.net – @riondal – FB.com/riondal – ugto.academia.edu/LuisMiguelRionda

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No te apoya pueblo, sino masa, Claudia

Juan Miguel Alcántara Soria El pasado miércoles, Claudia Sheinbaum declaró: “Tengo un pueblo que me respalda”. En reacción a decisiones del gobierno de Trump imponiendo aranceles y considerando como grupos terroristas a cárteles del narcotráfico trasnacional, y la deportación de migrantes ilegales. Canadá también decretó a esos grupos como terroristas, de inmediato. Esto permitirá acciones en su contra dentro y fuera de su país, algunas de éstas conforme a tratados internacionales suscritos por México, contra el lavado de dinero de esas organizaciones. Y anuncian otras acciones contra instalaciones donde se producen sustancias ilícitas y contra líderes del narcotráfico en el país. En México también está previsto como delito el terrorismo, lo que intencionalmente desconoce y no persigue la 4t. Recordemos que el Art. 139 del Código Penal Federal establece que quien por cualquier medio violento “intencionalmente realice actos en contra de bienes o servicios, ya sea públicos o privados, o bien, en contra de la integridad física, emocional, o la vida de personas, que produzca alarma, temor, o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad o a un particular…” Ahora mismo: ¿no viven con alarma, temor o terror por la violencia narca las familias de Culiacán, Tijuana, Reynosa, Zacatecas, Uruapan, Apatzingán, Celaya, Villahermosa? ¿Por qué han abandonado sus casas comunidades enteras de Chiapas para trasladarse a Guatemala? Particularmente ancianos, mujeres y niños permanecen refugiados en este país debido a la violencia desatada por los cárteles de Sinaloa y de Jalisco, para tomar el control de rutas de drogas y migrantes, y porque esos grupos reclutan forzadamente a jóvenes de sus comunidades. Desde López Obrador los jefes criminales se hicieron socios del gobierno y gozan de impunidad. Sus aportaciones cómplices a las campañas políticas de Morena en Sinaloa, Sonora, Tamaulipas o Michoacán se han evidenciado. Y le dan pretexto al “mayo” Zambada para exigir al gobierno su repatriación, y chantajea con colapsar la relación México-Estados Unidos. Sheinbaum dijo el viernes: “lo vamos a revisar”. Amor con amor se paga. La subpresidenta desde ya envió iniciativa de reforma al Art. 40 de la Constitución, que la 4t sigue destajando. Han hecho un Frankenstein en la parte orgánica del Estado mexicano. Reforma innecesaria para defender la soberanía nacional frente a las previsibles acciones del gobierno de Trump. La actitud del gobierno mexicano se está leyendo dentro y fuera del país como un gesto amoroso al líder narcotraficante, en lo particular, y a los demás. Lanza señal de hacer “intocables” los capos, que antes han sido invisibles para las autoridades mexicanas, por los “abrazos, no balazos”. Esta actitud cómplice, ilegal e inmoral, podrá tener el apoyo de las masas, pero no del pueblo. Las masas son acríticas, desinformadas, manipulables, ignorantes de sus deberes; solo pendientes de sus derechos, pensiones e impunidad, en su caso. El pueblo son ciudadanos conscientes y libres, informados, cumplidores de sus deberes, demandantes de autoridades gestoras del bien común, exigentes con vigencia del Estado de derecho, y de la garantía del equilibrio y separación de poderes. Las masas llevan al poder a los Hitler, Mussolini, Maduro, Obrador, Trump o Putin. Y los sostienen hasta que el pueblo se levanta. Este debe asumir sus tareas permanentes de personalización, de desmasificación, de formación de ciudadanía. “Nada de derechos sin deberes”, empezando por el Estado. Trump y Claudia deben recuperar el equilibrio entre deberes y derechos. Y los mexicanos debemos despertar para construir un México verdaderamente democrático, justo y libre. Empecemos por barrer el umbral, la entrada de nuestras casas. “La acción política no consiste tanto en desear cambiar el mundo, cuanto en reconocer la necesidad de cambiar uno mismo… Sabemos a dónde llevan las ideologías que sueñan con un mundo perfecto: al peor de los mundos” K. Yamgnane. Europa se prepara para contener a Trump y a Putin, y defender a Ucrania, la justicia y la libertad. ¡A cumplir nuestros deberes acá!

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72 años de Entremeses en Guanajuato, 1 Luis Miguel Rionda Hace 72 años la ciudad de Guanajuato, viejo enclave de la más rica minería del imperio español languidecía, ahogada en sus añoranzas de glorias y abundancias pasadas. 23 mil 389 habitantes habían sido contabilizados en el censo de 1950. Una cuarta parte de lo que llegó a tener cuando la visitó el geógrafo Humboldt en 1803. Sumida en la pobreza, parecía no tener más futuro que el de convertirse en un pueblo fantasma. Sin embargo, esa misma pobreza la preservó —relativamente— del saqueo y de los coletazos de la modernidad y el progreso. Muchas ciudades y pueblos del Bajío perdieron buena parte de su patrimonio arquitectónico e histórico como consecuencia de un “progreso” mal entendido. Guanajuato, en cambio, preservó su herencia edificada más o menos intocada, que le convirtió en escenario para las artes dramáticas. Primero, el cine, con rodajes como Bugambilia (1945) del Indio Fernández, y Él (1953) de Luis Buñuel. Desde 1942, un grupo de profesionistas y profesores del Colegio del Estado —Universidad de Guanajuato desde 1945— aficionados a la literatura y las artes, comenzaron a reunirse en tertulias intelectuales y artísticas en el célebre “estudio del callejón del Venado”. Se trataba de Manuel Ezcurdia, Armando Olivares Carrillo, Eugenio Trueba Olivares, José Guadalupe Herrera Carrillo, el juez Cristóbal Castillo Arbide, Luis García Guerrero, Enrique Ruelas Espinosa, Manuel Leal, Salvador Lanuza, Rodolfo González, Jesús Villaseñor, Josefina Zozaya viuda de Romero, Paula Alcocer de Aguilera y otros eventuales. En 1947 Enrique Ruelas propuso a ese grupo la realización de un homenaje a Miguel de Cervantes con motivo del 400 aniversario de su nacimiento el 29 de septiembre. La idea no prosperaría, hasta seis años después.

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Se agrava nuestra crisis Constitucional

Juan Miguel Alcántara Soria ​ Para Luis Díaz Mirón Juan Miguel Alcántara Soria Desde que López Obrador se hizo del control de la mayoría de la sala superior del Tribunal Electoral (TEPJF), éste perdió autonomía, lo deletrea la 4t. Como una «exigua mayoría de un tribunal deliberadamente incompleto, obvio, obsequioso, predecible y sesgado al poder», lo definió en la semana un ministro de la Corte. Un órgano más del obradorato, como el INE. Porque Obrador impidió el senado aprobara alguno de los nombres propuestos por la Suprema Corte para ocupar los cargos de magistrados vacantes; y así se aseguró cargar dados y sentencias a su favor. Como la resolución con que dieron a Morena diputados federales, en 2024, en proporción mayor a lo que el electorado definió (con 55% de votos les dieron 70% de curules, para aprobar solos todo lo que se les pegue la gana). Organizan elecciones del poder judicial que no solo destruyen la independencia de este poder, y alinean futuros jueces y ministros con la agrupación de Morena. Reunirá no solo dos, sino los tres poderes públicos, lo que prohíbe el art. 49 constitucional. Los dados siguen harto cargados, y más con el cacique judicial Zaldívar. Dinamitan Estado constitucional. Configuran dictadura del obradorato, con delfín Andy designado. El pasado jueves 13, mayoría de ministros en la Suprema Corte de Justicia resolvieron que el Tribunal Electoral no tiene competencia para revisar, revocar o dejar sin efecto una determinación dictada en un juicio de amparo, porque no es el órgano constitucionalmente establecido para ello. No pueden los tres magistrados obradoristas que controlan la Sala Superior del TEPJF revocar diversas suspensiones concedidas por jueces federales contra la reforma judicial. Estableció la ponencia del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, a quien traté desde su desempeñó como Administrador General en el SAT. Muy probablemente este sea de los últimos plenos de la Suprema Corte donde se perciba el sentido del honor, de la defensa de Constitución, de separación de poderes, del Estado de Derecho. Después de la elección de jueces y ministros en junio es iluso esperarlo. «Esta Corte ha observado como cada transgresión al orden constitucional ha allanado el camino para la siguiente, hasta llegar al punto donde los límites institucionales, que alguna vez parecieron inquebrantables, se han vuelto porosos», dijo Gutiérrez. «Las sentencias (del TEPJF) no pueden tener la capacidad de incidir de manera alguna en las determinaciones de jueces de amparo; no funcionan como instancia de revisión y su pretensión de anular los efectos de las suspensiones simplemente carece de cualquier efecto dentro de nuestro orden jurídico», afirma la sentencia. Gutiérrez dijo este es un caso de quebrantamiento del Estado de Derecho por parte de todos los involucrados: jueces que pretendieron suspender una reforma a la Constitución, que es materia electoral; el TEPJF, que las revocó sin tener facultades para intervenir en juicios de amparo, mediante procedimientos literalmente inventados de un día a otro; y las demás autoridades, que ignoraron a placer órdenes judiciales que no fueron de su agrado. «La realidad que muestra este caso es perturbadora, el Estado de Derecho no se desmorona de golpe, sino que se erosiona gradualmente, decisión tras decisión, cada una aparentemente justificable en su momento, a través de diferentes sentencias, comunicados y pronunciamientos públicos. Diversas autoridades han normalizado lo que debería ser impensable, el desacato selectivo de resoluciones judiciales, la intervención e invención de competencias inexistentes y la subordinación del derecho a consideraciones políticas», afirmó. Y para agravar la crisis, el Consejo de la Judicatura Federal, controlado por el obradorato, denunció penalmente a los jueces que emitieron suspensiones contra la reforma judicial; es la antesala de lo que será el Tribunal de Disciplina que viene, represor de jueces que no resuelvan como el oficialismo espera. Nuestra solidaridad con juzgadores de Michoacán y jueza de Jalisco contra quienes abrieron carpeta de investigación. ¡Indignaos usuarios del servicio de impartición de justicia! ¿Quién protegerá nuestros derechos frente al obradorato?

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Tiempos difíciles

Columna Diario de Campo Luis Dos países condenados a vivir uno al lado del otro: eso son México y los Estados Unidos. La historia y la geografía los unen y los separan a la vez. Dos países producto ambos de procesos de colonización europea, pero de raíces muy diferentes. México, la antigua Nueva España, fue poblada primordialmente por españoles varones, soldados, aventureros, campesinos, comerciantes y mineros. Todos bajo el amparo ideológico de la evangelización católica. El mestizaje y el sincretismo cultural fueron los productos inmediatos de la convivencia entre los colonos solteros —o con esposas lejanas— con las nativas, esas hermosas y abundantes morenas. Las trece colonias inglesas se poblaron tardíamente con familias de puritanos evangélicos, prejuiciosos pero permeados de la ética del trabajo individual como la vía de la salvación. Rechazaron el contacto con los nativos, a quienes no necesitaban. Más bien los persiguieron y exterminaron, hasta reducir su población al 1 o 2% del total actual. Los Estados Unidos independientes se expandieron violentamente sobre territorios indígenas y mexicanos, en busca de su “destino manifiesto” declarado por Dios. Un dios rubio y sajón, por supuesto. México cedió tierra y población ante el empuje del “Tío Sam” (US, Uncle Sam), país de inmigrantes casi por completo; una olla podrida poblada por ingleses, escoceses, irlandeses, alemanes, italianos, africanos y demás “pobres del mundo”, como reza la placa de su estatua de la libertad. La “tierra de las oportunidades”, presumen. Así lo fue sólo para sus componentes blancos: anglosajones, nórdicos y germanos. No así para los inmigrantes indeseables del sur y el oriente: los africanos, los nativos americanos, los hispanos y los asiáticos. El retorno de Donald Trump nos recuerda inevitablemente estos orígenes. Nieto de un alemán que fue expulsado de su país por no haberse alistado para la guerra. La dinastía Trump se hizo inmensamente rica en “América” con tropelías y fraudes, inclusive Donald. El supremacismo corre por sus venas teutonas, y se ha arrogado la misión divina del MAGA (Make America Great Again) como nueva expresión del destino manifiesto. Y ya lo vemos: va por el canal de Panamá, Groenlandia, Canadá completito y hasta la franja de Gaza, convenientemente depurada de palestinos, otros indeseables. Al Golfo de América México lo quiere convertir en otro de los grandes lagos de su territorio, y pronto babeará por poseer todo México, claro, sin mexicanos (a ver si cabemos en Guantánamo). Serán cuatro años escalofriantes, el peor momento en la relación con el vecino, y para colmo gobernados acá por nacionalistas woke, aliados de los autoritarismos fósiles del continente, y fanáticos del estatismo. Pero no hay loco que trague lumbre: los bullies populistas saben que no hay que meterse con el matón del garrote arancelario. O al menos eso creo… (*) Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León. luis@rionda.net – @riondal – FB.com/riondal – ugto.academia.edu/LuisMiguelRionda Miguel Rionda (*)

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Reuniones de la República Luis Miguel Rionda (*) Desde mi juventud le he puesto atención a la ceremonia de conmemoración de la Constitución Política de nuestro país. La razón ha sido sencilla: es un ceremonial pleno de simbolismos que sirve de termómetro para percibir el grado de maduración —o el infantilismo— de la clase política hegemónica del momento. Todavía recuerdo los gigantescos rituales de tiempos de López Portillo —literalmente, “sus tiempos”—, las “Reuniones de la República”, masivas tertulias políticas que se realizaron los 5 de febrero de su sexenio. Eran sesiones maratónicas a las que acudía el pleno de los poderes públicos. No era el día de la Constitución; era el día del señor Presidente. La megalomanía presidencial apabullaba a los demás poderes y órdenes de gobierno. Los discursos del tlatoani emulaban las interminables alocuciones de Fidel Castro y demás tiranos, ebrios de poder. Los asistentes soportaban sumisos largas horas de solemnidades y rollos interminables, con pregones de secretarios, líderes y jilgueros que sacralizaban las bondades del Supremo. A pesar del nombre de esas reuniones, no existía la República y la Constitución era un permanente ideal que no se cumplía. Era un momento para refrendar la presidencia imperial, y exaltar al Hombre, al taumaturgo bondadoso al que tanto le debía la Patria. Se exponían así las utopías de un país que no existía, pero que se imaginaba en la cabeza del paladín. Eso fue evidente en extremo en la última de esas reuniones en 1982, en Guadalajara, la matria imaginada por don Q, el excelso. Fue ahí donde pronunció la frase que marcó y mancilló su sexenio. Ante los ataques especulativos contra la moneda mexicana, prometió que defendería el peso “como un perro”, evidenciando su negativa a reconocer los errores en su política económica. Poco después sobrevino una imparable devaluación del 500% que significó el hundimiento de su popularidad y una de las peores crisis del siglo XX.

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