León, Guanajuato a 30 de enero de 2024. Motivada por sus hijos, María Luz Lule Muñoz de 76 años, certificó primaria con el Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (INAEBA). “Tengo mis hijos, me dicen: sígale mamá, usted a donde la inviten usted vaya, gracias a Dios mis hijos los bendigo porque son muy buenos conmigo”.
Para ella no existen obstáculos, ni pretextos para perseguir sus sueños, espera ser fuente de motivación para más personas que necesitan aprender a leer y escribir, concluir la primaria y secundaria se acerquen a los asesores del instituto.
“Invitamos a que retomen sus estudios. Muchas personas dicen, no porque ya estoy cansada, que, porque ya estoy vieja, mucha gente tiene esa mentalidad de que, ya estoy grande, que para qué, que no, hasta nos han dicho, que viejillas ridículas, pero nosotros nos sentimos, dice el dicho, el cuero se arruga, pero el corazón no envejece, nosotros andamos en el grupo de la tercera edad, bailamos, cantamos, salimos”, mencionó con entusiasmo Luz.
Ella recuerda que en su infancia solo había un nivel de estudio, llegaban hasta segundo, pero ahora en su vida adulta, aprovechó los servicios educativos del INAEBA. Acudía a un círculo de estudio donde pudo adquirir nuevos conocimientos para poder obtener su certificado oficial de primaria.
Agradeció que todos los materiales y servicios son gratuitos: “Son regalados, todo es regalado, ya la que no quiere estudiar es porque no quiere, nunca es tarde para empezar, se siente uno muy contento, orgulloso y feliz”.
Este logro en su vida le llena de vitalidad para seguir acumulando experiencias y ser ejemplo para su familia, enseñarles que no hay obstáculos; “obtuve mi certificado, por eso le digo que es un orgullo, y pues gracias a Dios y a los que trabajan en esto que Dios los bendiga y que sigamos adelante, mientras estamos en este mundo hay que echarle ganas”.
El INAEBA mantiene atención permanente en los 46 municipios del estado, para las personas de 15 años y más que requieran concluir la secundaria, primaria o bien aprender a leer y escribir con programas educativos que se adaptan a las necesidades individuales de los beneficiarios.