Se trata de una ofensa mayor; acaso la mayor ofensa que ha sufrido el México constituyente en poco más de un siglo.
Y es que hoy, 5 de febrero del 2024, durante la celebración del 107 aniversario de la promulgación de la Constitución, el presidente mexicano presentará un paquete de reformas que significan la muerte de la democracia y anuncian el nacimiento de la dictadura.
Reformas que literalmente desaparecen la división de poderes, que le dan muerte al Poder Judicial como lo conocemos, destruye pilares del Estado democrático y que concentra todo el poder en un solo hombre.
Peor aún, la excesiva confianza mostrada por el grupo en el poder –de que tales iniciativas serán aprobadas en poco tiempo por el Congreso–, no es más que la ratificación de que está en marcha un grosero fraude de Estado que la noche del 2 de junio le garantizará a López Obrador la victoria presidencial y la mayoría en el Congreso.
De esa manera y una vez que el fraude consiga “legitimar” la dictadura, Obrador seguirá siendo el verdadero mandante, sin ningún contrapeso, mientras que Claudia Sheinbaum sólo será “un monigote” de AMLO.
Y es que, entre las reformas que hoy enviará Obrador al Congreso, se propone la desaparición total del Poder Judicial, del Consejo de la Judicatura y de la Corte y, en su lugar, se creará una oficialía de partes, al servicio del presidente, para que –el poder detrás del trono–, haga lo que le plazca.
Pero, además, las iniciativas también “dan la puntilla” a los árbitros electorales; al INE y al Tribunal Electoral, lo que acabará con las oposiciones, con el sistema de partidos y la democracia electoral.
Pero vamos por partes. El pasado sábado, Leticia Robles de la Rosa, reportera y columnista de Excélsior, dio a conocer parte del paquete de reformas que hoy enviará López al Congreso, durante la ceremonia del 107 aniversario de la Constitución.
Entre las enmiendas aparece –como ya se dijo–, la destrucción del Poder Judicial como hoy lo conocemos, además de la desaparición del Consejo de la Judicatura, la salida de todos los actuales ministros de la Corte, la expulsión de todos los actuales magistrados del Tribunal Electoral y la muerte del sistema de pensiones para ministros y magistrados.
También se propone la elección popular de ministros y jueces, cuyas candidaturas serán propuestos por el presidente, y desaparecen figuras como la controversia constitucional y la acción de inconstitucionalidad. En pocas palabras, los poderes Judicial y Legislativo estarán sometidos al presidente.
Y, en efecto, la desaparición de los contrapesos y la concentración del poder en un solo hombre se llama dictadura, aquí y en China.
Sí, en el aniversario 107 de la Constitución, Obrador anuncia la muerte de la democracia y dibuja lo que será su dictadura; un grosero Maximato que se hará realidad gracias al fraude de Estado que ya está en marcha.
Pero tampoco en este caso asistimos a novedad alguna. ¿Por qué?
¡Bingo…! Porque en el Itinerario Político del 27 de junio de 2018, titulado: “¡Golpe de Estado de Morena!”, advertí que de llegar al poder el señor Obrador, vendría la dictadura.
Así lo dije aquel 27 de junio de 2018: “Dice la vieja conseja popular: “Si tiene patas de pato, cola de pato y grazna como pato, tenemos derecho a suponer que se trata de un pato”.
“Y si Morena, su candidato presidencial y su claque exigen la entrega del poder –mediante la fuerza y antes del proceso electoral–, entonces tenemos derecho a suponer que asistimos a un intento de golpe de Estado, disfrazado de elecciones.
“Sí, que nadie se escandalice, se trata de un intento golpista. ¿Por qué? Porque los responsables de la institución del Estado llamada Partido Morena, exigen la entrega del poder por el veredicto de las encuestas, no por el resultado de la elección que definirá qué partido y su candidato ganaron.
“Peor, Morena chantajean con el petate del muerto. La presidenta de los rojos, la señora Yeidckol Polevnsky, sentenció que la elección está decidida y que enfrentará “el infierno” quien se atreva a quitarle la presidencia a Morena.
“Que no se atrevan a querer hacer un fraude porque sí se van a encontrar con el diablo, no les vamos a permitir un fraude a ningún precio, no lo vamos a aceptar”, dijo Citlali, alias Yeidckol.
“Pero perdió el juicio cuando advirtió: “¡Esta elección ya está definida. Está decidida. No queremos manos ni manipulaciones que quieran hacer una cosa por otra!”. ¿Qué significa lo anterior?
“Ni más ni menos que un intento de golpe de Estado. Es decir, Morena y sus leales –incluidos encuestadores y medios–, siembran la narrativa de que AMLO ya ganó la elección. Por tanto, cualquier resultado distinto será fraude.
“Y ante el fraude vienen “los chingadazos”, según prometió John Ackerman, el 4 de febrero. Así lo dijo: “La única manera de que haya un cambio pacífico es con López Obrador. Si nos vuelven a robar la elección, va a haber chingadazos”.
“Luego, Obrador uso la misma fórmula del golpe de Estado y ante los banqueros dijo: “Yo tengo dos caminos, Palacio Nacional o Palenque, Chiapas. Me quiero ir a Palenque, Chiapas, tranquilo, si las elecciones son limpias, son libres, me voy a Palenque… Si se atreven a hacer un fraude electoral, yo me voy también a Palenque y a ver quién va a amarrar al tigre, el que suelte el tigre que lo amarre; ya no voy a estar yo deteniendo a la gente luego de un fraude electoral. Así de claro”. Sentenció.
“Y si a la amenaza de golpe de Estado le faltaba algo, empresarios mediáticos siguen cerrando espacios a los críticos de AMLO. Ayer se despidió de La Razón el director editorial y columnista Rubén Cortés, crítico de López. Sí, la claque lopista apuesta por callar a los críticos, igual que en 2006 y 2012.
“¿Y qué sigue…? ¿Qué todo el Estado acuda de rodillas ante el mesías de Morena, para que no haya “chingadazos”, para que no “suelten al tigre” y para que “no se aparezca el diablo”?
“En un golpe de Estado lo primero es cerrar los medios a los críticos. Eso ya empezó, ahora viene la amenaza: “¡O me entregan la elección, o vienen el diablo, el tigre, o los chingadazos!”. Es decir: “yo o el caos”, amenaza López.
“¡Sí, la dictadura ya está aquí…! Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)
¿Tuve o no la razón?
Hoy, el dictador López se robará las elecciones presidenciales y para renovar el Congreso y de esa manera le dará forma a su Maximato.
¿Lo dudan?
Al tiempo.